Formentera es la isla habitada más pequeña de las Baleares (España). Está situada al sur de la isla de Ibiza a tan solo 2 millas náuticas de esta (unos 3 kilómetros), aunque la distancia entre los puertos de Ibiza y La Savina (Formentera) es de 12 millas (19,3 km).
A pesar de tratarse de una isla pequeña (83,2Km2), su forma recortada hace que tenga una gran extensión de costa (69 km) en proporción a su superficie , con muchas playas, numerosas calas y rincones solitarios en los que perderse. La isla es pequeña, pero accesible y cómoda. Podemos recorrerla en su mayor parte en bicicleta, por los caminos verdes, bosques de pinos y sabinas y por su interior rural. Para trayectos más largos podemos utilizar un coche o una moto.
La isla de Formentera destaca por su gran belleza medioambiental y por su paisaje, aún salvaje, de dunas y playas, que se conservan en excelente estado. En cuanto desembarquemos en Formentera respiraremos ese aire de calma característico y enseguida nos cautivarán sus aguas, únicas por su transparencia y color turquesa que nos evocan latitudes tropicales.
Formentera es conocida y valorada turísticamente por sus playas de aguas transparentes y fina arena blanca que enmudecen al visitante con sus tonalidades turquesas. Se trata de playas protegidas y poco alteradas por el hombre, pero enclavadas en un territorio dotado de infraestructuras turísticas modernas de carácter familiar.
Observando el peculiar contorno de Formentera, se establecen tres grandes extensiones de playas: en la cara nordeste las costas de Llevant y Tramuntana, en la parte opuesta, la costa nordoeste con las playas más famosas de la isla, Illetes y Cavall d’en Borràs, al sur la costa de Migjorn.
La península de Es Trucadors, al norte de la isla, es una larga lengua de arena que se estrecha de sur a norte. En ella se conforman las playas de Llevant, Ses Illetes y Es Cavall d’en Borràs que ocupan la cara oeste. Illetes es la playa más famosa de la isla y la más visitada por los turistas. A pesar de que en las horas centrales del día registra gran concentración, caminando más allá del último aparcamiento autorizado se pueden encontrar tramos casi desiertos, incluso en temporada alta.
Además, la cercana playa de Llevant se encuentra mucho menos masificada que Illetes. Ocupa toda la cara este (a levante) del arenal y también es de arena blanca y fina aunque con pequeñas superficies rocosas. Avanzando hacia el norte, estas dos playas distan a tan pocos metros que se puede extender la toalla en medio y contemplar ambas al tiempo.
Todo este territorio se encuentra dentro del Parque Natural de Ses Salines d’Eivissa i Formentera, zona de gran protección medioambiental. Quienes la visiten en moto o coche, tienen que abonar una tasa a la entrada del Parque, los que acceden a ella a pie, en bicicleta o vehículo eléctrico lo hacen gratuitamente.
En la continuación natural de Es Trucadors, encontramos S’Espalmador, una isla privada pero de disfrute público. Es muy fácil recorrerla a pie y tiene varias playas, la playa más visitada es la de de S’Alga, en su litoral oeste. Para acceder a S’Espalmador (está prohibido cruzar a nado debido a las corrientes marinas) se hace a través de una compañía local que realiza diariamente varios trayectos, saliendo desde el Puerto de la Savina y haciendo escala en la playa de Illetes. Otras opciones son contratar una excursión náutica o alquilar una embarcación.
El otro gran arenal de la isla es la playa de Migjorn. Su extensión de 5 km en forma de media luna abarca todo el sur de la isla desde la zona de Es Mal Pas hasta la zona de Es Copinar. La playa de Migjorn tiene sectores con topónimos propios que diferencian una zona de otras, de oeste a este: Es Mal Pas, Es Ca Marí, Racó Fondo, Còdol Foradat, Es Valencians, Es Arenals y Es Copinar.
Mención aparte merece Es Caló des Mort. una pequeña cala a continuación de la playa de Migjorn separada del área de Es Copinar por una zona rocosa y escarpada.
En la costa oeste de la isla predominan los acantilados, entre los que aparece una pequeña bahía natural de gran belleza paisajística y transparentes aguas. Es la playa de Cala Saona, muy apreciada por las familias, ya que sus aguas claras son poco profundas. Además, está enmarcada por pequeños acantilados y gran número de varaderos en buen estado.
La costa de Tramuntana ocupa la parte norte central de la isla y es un tipo de costa rocosa baja. Es gratificante caminarla, comenzando en el Racó de sa Pujada, y entre los numerosos tramos rocosos es relativamente fácil hallar recovecos de arena. Es uno de los lugares más tranquilos, aún en temporada alta. La única población costera de esta área, Es Caló de Sant Agustí, es muy estimada por residentes y visitantes, por su puerto de pescadores y sus cualificados establecimientos gastronómicos. Apenas a 2 minutos a pie, se encuentran Ses Platgetes, dos pequeñas calas contiguas en las que se alterna la arena con superficies rocosas.
En el extremo más occidental de esta costa está Cala en Baster, una cala rocosa rodeada de elevadas paredes calizas en las que destacan los varaderos de embarcaciones realizados en cuevas naturales. Para acceder a ella con facilidad hay que hacerlo desde la población de Sant Ferran.
En Formentera existen 2 playas adaptadas para personas con movilidad reducida: Es Pujols y Arenals. Ambas cuentan con rampas de acceso, plataforma con sombra, pasamanos, sillas anfibias y socorristas. Arenals tiene baños adaptados y aparcamiento reservado.
Consejos prácticos e información detallada en el Catálogo de Playas
Formentera es conocida por sus playas y sus aguas transparentes, pero si visitamos su interior encontraremos pequeñas poblaciones, faros, torres y molinos, lagos y salinas, grutas y cuevas ocultas, y bellos bosques de sabinas y pinos que alternan con dunas y rocas de formas caprichosas.
ES CALÓ DE SANT AGUSTÍ
Pequeña población de tradición pesquera con un peculiar puerto natural y restaurantes tradicionales. Sus varaderos de madera, cuya función es resguardar del agua salada las pequeñas embarcaciones, fueron declarados lugar de interés cultural en 2002. El paseo por los alrededores está lleno de contrastes: las pequeñas calas de arena de Ses Platgetes al oeste y los acantilados de la Mola al este. Muy cerca se encuentra el punto de partida de la ruta verde 25, que recorre íntegramente el camino histórico para subir a La Mola, conocido como el Camí de Sa Pujada. A medida que vayamos ascendiendo nos sorprenderán las mejores panorámicas de la isla, del Racó de Sa Pujada y el Pou des Verro.
FARO DE LA MOLA
En el extremo este de la isla, está considerado por muchos visitantes como un lugar mágico, como un faro del fin del mundo. Junto al faro se encuentra un monolito en honor al escritor Julio Verne por la mención que éste hace en su libro “Héctor Servadac (viajes y aventuras a través del mundo solar)”. La manera más directa de llegar hasta el faro desde el Pilar de La Mola sin pisar la carretera es hacerlo vía la ruta verde 29. Este recorrido es además un pasaporte para viajar en el tiempo cien años atrás, por el carácter rústico de su paisaje rural, la presencia de ganado y la grata sorpresa de encontrar una casa a la izquierda del camino catalogada como patrimonio arquitectónico, por sus rasgos típicos perfectamente conservados. Una formidable panorámica desde los acantilados de La Mola pondrán la guinda final a este inolvidable paseo.
FARO DEL CAP DE BARBARIA
La imagen de un paisaje casi desértico, una carretera estrecha, el faro lejano en el centro y el azul del mar al fondo, forma parte del imaginario cinematográfico colectivo. El faro protagonista de esta fotografía captada por Julio Medem en la película «Lucía y el sexo» es el de Es Cap de Barbaria, situado en el extremo sudoeste de la isla. Es Cap de Barbaria es la elevación rocosa situada más al sur de la isla y es también un lugar donde se unen sensaciones de inmensa soledad y libertad. Es lugar de reunión para las puestas de sol por las estupendas vistas del mágico islote Es Vedrá. A poca distancia del faro se encuentra una torre de vigilancia del siglo XVIII, Torre des Garroveret, que en su momento protegió la isla de invasores. Las rutas verdes 8, 10 y 11 nos conducirán aquí, pasando también por los yacimientos prehistóricos de Cap de Barbaria.
ESTANY DES PEIX
Es una pequeña laguna con una estrecha apertura al mar que permite la entrada de pequeñas embarcaciones para su fondeo. Este pequeño lago es un escenario idóneo para la práctica y aprendizaje de deportes acuáticos con embarcaciones de pequeño calado: windsurf, kayak, vela… Además, cuenta con pequeñas playas de muy poca profundidad, que junto a su cálida temperatura superior a la del mar, hacen de él un destino ideal para pasar una tarde de playa con niños.
ESTANY PUDENT Y SES SALINES
El Estany Pudent es el gran lago que se encuentra al norte de la isla, entre las poblaciones de la Savina y de Es Pujols, y en él está prohibido el baño. Es un lugar muy recomendable para pasear a pie o en bicicleta, tanto por su valor paisajístico como por su importancia para el avistamiento de las numerosas aves. El camino de Es Brolls bordea gran parte del lago y, como su nombre indica, contiene “surtidores” subterráneos de agua dulce posibilitando una vegetación ideal para que aniden las aves. En invierno es habitual observar flamencos, así como garzas reales y ánades. En este peculiar entorno, los juncos, las cañas y otra flora de agua dulce, conviven con vegetación adaptada al entorno salino creando auténticas marismas. Muy cerca encontramos Ses Salines, características por las tonalidades rosadas y violetas que presentan, sobretodo en verano. Son patrimonio cultural de Formentera y fueron la única industria de la isla en la época pre-turística.
CAN MARROIG Y PUNTA DE SA PEDRERA
Visitando la costa oriental, entre el puerto de la Savina y Cala Saona, encontramos una costa escarpada formada por un desierto de rocas de extrañas y curiosas formas, que es conocido como Sa Pedrera y que fue en su día una cantera. Visitar esta costa desde el mar con una embarcación nos permitirá disfrutar de la enorme riqueza marina que en ella se encuentra. Se recomienda para la práctica de esnórquel por su poca profundidad en la proximidad de la costa y es habitual ver las excursiones de buceo por la belleza de su fondo marino con gran presencia de posidonia. Completan este variado paisaje, la próxima zona boscosa en la que se encuentran la finca de Can Marroig. Aquí podremos disfrutar de la sombra de sus pinos y sabinas o hacer un pequeño descanso aprovechando sus instalaciones preparadas para un picnic familiar. Además, este espacio ofrece a los visitantes información y actividades didácticas relacionadas con el entorno natural protegido.
Más recorridos y lugares con encanto en el Mapa y el Catálogo de Rutas verdes.
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